Sala de Dos Hermanas en la Alhambra de Granada
La Sala de Dos Hermanas, situada en el Palacio de los Leones de la Alhambra, alberga una de las cúpulas de mocárabes más espectaculares del arte nazarí, considerándose el cénit de la decoración arquitectónica de toda la Alhambra. Una maravilla que merece ser contemplada, al menos, una vez en la vida. ¿Quieres saber más sobre esta estancia? Pues acompáñanos en esta visita donde te explicaremos todos los detalles y curiosidades.
¿Dónde está situada?
La Sala de las Dos Hermanas, también conocida como Sala de las Losas, está situada en la parte septentrional del Patio de los Leones, en los Palacios Nazaríes de la Alhambra. De hecho, la entrada a la estancia se hace desde el mismo patio. Desde la puerta de esta sala podemos contemplar, justo en frente, la maravillosa Fuente de los Leones.
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El origen de su nombre
Es curioso que el origen del nombre de la Sala de Dos hermanas no esté en la cúpula de mocárabes de su techo, sino en las losas de su suelo. El nombre hace alusión a las dos grandes losas gemelas de mármol en el suelo de la estancia. De ahí que también sea conocida como Sala de las Losas.
Esta es una denominación cristiana que nada tiene que ver con el nombre que le pondrían los nazaríes, desconocido en la actualidad; sin embargo, Yusuf III llamaba a esta estancia “Cúpula Mayor del Jardín Feliz”.
¿Qué función tenía?
Debemos entender que casi todas las estancias de la Alhambra eran multifuncionales, es decir, tenían varios usos y no solo uno específico. Esto era muy habitual en la época: la estancia en la que se podían llevar a cabo actos oficiales también servía como aposentos privados del Sultán. Algunas de las teorías que se barajan son las siguientes:
- Según un poema rescatado de Ibn al-Jatib, esta estancia habría servido como nuevo salón del trono al sultán Mohammed V, quitando esta función al Salón de Embajadores situado en el Palacio de Comares.
- Otras teorías defienden el uso residencial de la estancia, destinadas a ser los aposentos de las damas distinguidas de la corte, incluida la propia esposa del sultán.
Arquitectura y planta
La entrada se hace desde la galería del Patio de los Leones por una puerta de madera de dos grandes hojas. La puerta es una de las grandes obras del arte nazarí y está conservada en el Museo de la Alhambra. Una vez entramos, un pasillo trasversal denominado Sala de los Aljimeces nos lleva a las letrinas, a la izquierda, y a una escalera para subir a la planta alta, a la derecha.
La planta de la Sala de Dos Hermanas es cuadrada y presenta una distribución similar a la Sala de los Abencerrajes, pero con mayor riqueza decorativa. Dispone de dos plantas con habitaciones superiores. La planta baja estaría abierta al huerto-jardín. Una vez superada la galería transversal entramos en la qubba mayor, en cuyo interior se encuentra la Sala de Dos Hermanas.
A nuestros pies están las losas de mármol que dan nombre al lugar y en el centro un pequeño surtidor de agua circular cuya canal discurre por la sala y sale por la puerta principal hasta converger en la Fuente de los Leones. Justo enfrente, una maravillosa estancia se abre ante nuestros ojos: el Mirador de Lindaraja; y sobre nuestras cabezas está la maravillosa cúpula de mocárabes.
Su increíble decoración
La Sala de Dos Hermanas es el culmen del arte nazarí. Presenta la mejor decoración de todo el Palacio de los Leones y tanto sus yesería y zócalos, como su cúpula, son una auténtica maravilla.
“Los mocárabes son un elemento decorativo que los artesanos nazaríes copiaron de la propia naturaleza: las estalactitas de origen geológico que se forman en las cuevas. Se construyen mediante la repetición y la superposición de prismas, surgiendo combinaciones infinitas.”
La puerta de la Sala de Dos Hermanas
Expuesta en el Museo de la Alhambra, es una pieza única del siglo XIV hecha de madera de pino, tallada, pintada y ataujerada. Es de las pocas puertas originales que se conservan de todo los Palacios Nazaríes de la Alhambra.
En ella se pueden observar todos los sistemas constructivos de la carpintería nazarí, y en especial el denominado sistema ataujerado. La puerta presenta una decoración que se puede ver por todo el Palacio de los Leones. Mide 4,72 metros de alto por 1,46 metros de ancho, con un peso extraordinario de 500 kilos.
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Lo curioso es que el cierre de ambas hojas que conforman la puerta está ajustado al máximo gracias al traslapo o imbricación de sus largueros, sin olvidar los herrajes que sirven de ajuste y terminación como son las bisagras, el cerrojo o los clavos gallonados que ajustan las placas reforzando los extremos de cada hoja.
La fascinante cúpula de mocárabes
La cúpula se asienta sobre un tambor octogonal sobre el cual se superpone la carcasa de madera que se adorna completamente con mocárabes. En el propio tambor se abren pequeñas ventanas que dejan pasar la luz exterior e iluminan toda la sala, dando infinitas tonalidades a los mocárabes del techo.
La cúpula se dispone en una estrella central de ocho puntas que desarrolla una composición tridimensional desplegándose en dieciséis cupulines que van cayendo sobre los pares de pequeñas ventanas que se disponen por todo el tambor octogonal. El juego de ventanas proporciona miles de matices con la luz solar, lo que se denomina «característica linterna» de la arquitectura nazarí. Recientemente la cúpula fue objeto de un exhaustivo proceso de restauración y conservación:
La cúpula encierra un significado cósmico que es explicado por los poemas de Ibn-Zamrak que aparecen por toda la estancia. Es una especie de cielo que gira, con cuerpos celestes que se mueven en sus propias órbitas cambiando de aspecto de día y de noche. Este reflejo de la luz, tanto natural como artificial, proporcionan una sensación, o más bien, una ilusión de giro y movimiento de un cielo en constante cambio. Es toda una experiencia contemplar esta cúpula.
Los zócalos y las yeserías
La sala está recubierta por su parte inferior por un alicatado de zócalos de colores. Encima de los zócalos corre una inscripción con un poema de 24 versos de Ibn Zamrak. Fueron compuestos para la ceremonia de circuncisión del hijo del sultán Muhammad V que, probablemente, tuvo lugar en la Sala de Dos Hermanas. Los zócalos son de los más bellos de la Alhambra y en ellos se puede observar, además de sus colores y formas geométricas, el escudo con el emblema de la familia real nazarí.
Por encima de los zócalos, y hasta llegar a la cúpula de mocárabes, la estancia está completamente revestida de paños de estuco en todos sus muros. Presentan una gran riqueza geométrica. El poema de Ibn Zamrak que recorre toda la estancia dice los siguiente:
Yo soy el jardín que con la belleza ha sido adornado,
Contempla mi hermosura y rango te será explicado.
Por mi señor el imán Muhammad rivalizo
Con lo más noble por venir o ya pasado.
¡Por Dios! Su hermoso edificio, en felicidad, sobrepasa
A los demás que hayan sido construidos.
¡Cuántas amenidades otorga a las miradas!
En él, el alma del benévolo renueva sus deseos.
En él, las cinco pléyades encuentran por la noche refugio
Y la lánguida brisa se torna sublime.
En él existe una espléndida cúpula, sin igual,
Cuya belleza es a la vez oculta y manifiesta.
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