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Patio del Cuarto Dorado en el Mexuar

El Patio del Cuarto Dorado, también llamado Patio del Mexuar, junto a su espectacular pórtico con preciosos arcos peraltados y la imponente Fachada de Comares en frente, son los elementos más bellos y destacados de la Alhambra. Era el lugar donde el sultán administraba justicia y entablaba contacto con sus súbditos. Vamos a conocer más en profundidad este increíble lugar. ¿Nos acompañas?

Qué es y dónde se sitúa

El Patio del Cuarto Dorado es un espacio que se sitúa justo a la salida de la Sala del Mexuar, en el Palacio con el mismo nombre. Tiene una clara función separadora y de acceso al Palacio de Comares. Está integrado en los denominados Palacios Nazaríes de la Alhambra y para su visita se necesita la entrada general. 

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Origen de su nombre

Patio y Cuarto Dorado del Mexuar de la Alhambra
Patio Dorado con la fuente en primer término. En frente está el Cuarto Dorado y a espaldas de la imagen la fachada de Comares

El nombre de “Patio del Cuarto Dorado” le viene dado por el techo de su pórtico decorado con pan de oro en tiempos de los Reyes Católicos. Tras la conquista se repintó su artesonado de madera del techo con motivos ornamentales dorados y se le añadieron los emblemas de los monarcas cristianos. Este es el origen de su nombre, aunque este lugar también suele denominarse Patio del Mexuar, por estar contiguo a la Sala del Mexuar y al palacio del mismo nombre.

Quién lo construyó y que función tenía

Según las inscripciones que encontramos en el Cuarto Dorado, fue construido durante el reinado de Muhammad V, pero muy modificado tras la conquista cristiana. Parece ser que en época nazarí tendría una función muy clara, ya que era el lugar donde el sultán recibía a sus súbditos en audiencia.

Patio Dorado y Torre de Comares en la Alhambra
En la fotografía se divisa la Torre de Comares sobresaliendo por encima del Patio

Las personas que tenían concedida la audiencia tenían que pasar por una estrecha puerta por la que solo se podía entrar de uno en uno, así los guardias controlaban mejor el acceso y garantizaban la seguridad del sultán. Tras entrar por la puerta debían esperar en la galería porticada mientras que el monarca y sus ayudantes se sentarían justo debajo de la Fachada de Comares, donde despachaban todos los asuntos.

Arquitectura y planta

Al patio se entra procedente de la Sala del Mexuar por una puerta lateral. Al norte está el Pórtico del Cuarto Dorado y al sur la hermosa Fachada del Palacio de Comares. En el centro del patio de planta cuadrada se dispone una pequeña taza de mármol que domina todo el espacio. La fuente es una copia de la original que en la actualidad está expuesta en el Museo de la Alhambra, situado en el Palacio de Carlos V, aunque antes pasó mucho tiempo puesta sobre una pila barroca en el Patio de Lindaraja.

El patio es de dimensiones reducidas, pero lo compensa la gran altura que tiene, dando la sensación de una dimensión superior a la que le corresponde. No hay un elemento de conjunto que dé unidad a la estancia, pero la fuente central ofrece un elemento sonoro que se transforma en un rumor que acompaña al ambiente.

Pórtico y Cuarto Dorado

Pórtico del Cuarto Dorado desde el Patio Dorado
Pórtico del Cuarto Dorado desde el Patio Dorado

Como hemos comentado antes, en el Cuarto Dorado aguardaban impacientes aquellas personas que tenían concertada audiencia con el sultán, incluido los embajadores extranjeros. Está precedido por un pórtico de tres grandes arcos peraltados de medio punto sobre finas columnas de mármol. El arco central es de mayor dimensión que los laterales. Todavía conserva parte de la decoración original, como los capiteles centrales tallados en piedra de tipo almohade.

El Cuarto Dorado ha sido muy modificado a lo largo del tiempo y por este motivo conviven elementos decorativos musulmanes con emblemas y símbolos cristianos. El techo es un bellísimo artesonado nazarí que tras la conquista cristiana fue sobrepintado con motivos heráldicos y decorativos dorados, dando nombre a todo este espacio.

En el interior del cuarto destacan los alicatados de la parte inferior con decoraciones de rombos (incluidos los alicatados del cenador que son un prodigio matemático) y las yeserías de la parte superior de las paredes. Pero sobre todo resalta la ventana en el centro del Cuarto Dorado que en época cristiana fue modificada a modo de mirador de asientos enfrentados con parteluz y capitel mudéjar. Las vistas del Albaicín desde estas ventanas son increíbles.

Ventana del Cuarto Dorado del Mexuar
Ventana del Cuarto Dorado del Mexuar desde donde se divisa todo el Albaicín

Las diferentes modificaciones

Por debajo del Cuarto Dorado corre un pasadizo que era utilizado por la guardia de seguridad de los palacios y que en su origen estaría sobre el lienzo de la muralla, en el exterior. Las ampliaciones que acometieron los diferentes sultanes nazaríes en el siglo XIV terminaron ocultándolo, al igual que todo el sector.

El Cuarto Dorado no siempre fue como lo vemos. A finales del siglo XV el pórtico quedó semioculto tras un robusto arco morisco que no fue derribado hasta 1965. Este arco se puede ver perfectamente en el cuadro de 1871 que dibujó el pintor Mariano Fortuny, ofreciéndonos una idea muy aproximada de lo cambiado que ha llegado a estar el Patio del Mexuar.

Columna del Cuarto Dorado de la Alhambra
Fotografía en detalle de una de las columnas del Cuarto Dorado de la Alhambra

Tras la conquista la planta alta del edificio que hoy conocemos como el Mexuar fue adaptada a palacio cristiano y albergó tanto a los gobernadores de la Alhambra como a la emperatriz Isabel de Portugal en 1526. El lugar llegó al siglo XIX usándose como vivienda y tenía un corredor volado sobre el patio para comunicar las diferentes estancias de las platas altas. Este voladizo fue dibujado por John F. Lewis en 1835 y finalmente desmontado a principios del siglo XX. Como curiosidad, este corredor de madera llegó a llamarse “Corredor de Harriet” porque fue pintado por la esposa de Richard Ford durante su estancia en la Alhambra en 1830.

Dibujo que J.F Lewis hizo del Pórtico del Cuarto Dorado de la Alhambra en 1835
Dibujo que J.F Lewis hizo del Pórtico del Cuarto Dorado de la Alhambra en 1835

El Patio

El patio de planta cuadrada tiene un suelo de mármol con una pila central, también de mármol que es una réplica de la fuente de Lindaraja. Es una de las piezas más bellas del arte nazarí y está expuesta en el Museo de la Alhambra. La que está colocada en el patio es una copia de la original.

El suelo está un poco más hundido que sus dos pórticos principales, a los que se accede mediante escalones. Las paredes laterales tienen grandes superficies sin decorar, con estuco liso de cal, tal y como estaban originariamente. Las paredes blancas y lisas reflejan la luz y, sobre todo, realzan aún más la importancia de la Fachada de Comares.

Techo del Cuarto Dorado del Palacio del Mexuar en la Alhambra
Techo de madera del Cuarto Dorado del Palacio del Mexuar de la Alhambra

Hay una reja situada junto al pórtico del Cuarto Dorado a modo de entrada hacia un oscuro corredor subterráneo que era utilizado por la guardia palatina para sus traslados y vigilancia del lugar, y que suele llamar mucho la atención a los visitantes.

La Fachada de Comares

Se sitúa justo en frente del pórtico del Cuarto Dorado y es uno de los elementos arquitectónicos y decorativos más importantes de la Alhambra. Fue mandada construir por el sultán Muhammad V para conmemorar la toma de Algeciras en 1369.

La fachada separa el patio del Cuarto Dorado del Palacio de Comares. Por su puerta izquierda se accede directamente al Patio de los Arrayanes a través de un pasillo en recodo que estaría vigilado por guardianes; la puerta derecha conduce a estancias que en época nazarí estarían destinadas al servicio o estancia privadas del monarca y su familia.

Fachada de Comares de la Alhambra
La bellísima Fachada de Comares en el Patio Dorado

El sultán se sentaría en su trono por encima de la escalinata y en el centro de la fachada, entre las dos puertas, junto a sus ayudantes. Desde aquí impartía justicia, atendía las demandas de sus súbditos y recibía a los embajadores extranjeros. Un vistoso alero de madera corona la fachada y protegía del sol al sultán.

La decoración de la fachada es espectacular, con trazos geométricos, formas vegetales y paños epigráficos. La fachada es un auténtico ejemplo a la hora de utilizar la proporción aurea, el número con el cual se ha creado la belleza en el arte y en la naturaleza. Sin duda la Fachada de Comares es una maravilla que a cualquier visitante de la Alhambra dejará sin palabras.

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