Baños árabes del Palacio de Comares

Uno de los lugares más fascinantes de la Alhambra son los baños árabes del Palacio de Comares o también denominados Baños Reales. Su importancia radica en que es el único hammam medieval islámico que nos ha llegado hasta nuestros días prácticamente en su estado original en todo el Occidente cristiano. Por este motivo su visita está más restringida, con el propósito esencial de su conservación. ¿Quieres conocerlos más en profundidad y saber cómo funcionaban? Acompáñanos en la visita.

Dónde se encuentran

Estos baños se ubican en los Palacios Nazaríes de la Alhambra, más concretamente entre el Palacio de Comares y el Palacio de lo Leones. Su construcción se enmarca en el reinado de Yusuf I. Se situaban cerca de las habitaciones del palacio donde residía y gobernaba el sultán y posee una puerta que da acceso directo al patio.

Originariamente este hammam fue llamado Baño Real debido a su uso reservado para los Reyes Católicos tras la conquista. Hoy en día sabemos que cada palacio de la Alhambra disponía de sus propios baños, pero el de Comares es el que mejor estado de conservación se encuentra.

Visita a la Alhambra

Los Baños Reales son uno de los lugares de la Alhambra que no pueden visitarse. Están cerrados al público para su conservación. No obstante, pueden verse algunas de sus estancias desde el Palacio de Comares.

Planta y salas de los baños

Los musulmanes erigían sus hammam mediante la estructura originaria de las termas romanas, pero con algunas modificaciones. La planta se divide en:

Apoditerium o Sala de Reposo
Frigidarium o Sala Fría
Depidarium o Sala de Vapor
Caldarium o Sala de Inmersión
Dependencias del Horno

Las diferentes salas y su uso

La primera estancia que nos encontramos nada más entrar se denomina “Sala Seca” ya que era el lugar donde desvestirse y secarse tras el baño. La entrada al Apoditerium está al mismo nivel del Patio de los Arrayanes y, de todas las salas, quizás sea la que esté más modificada. En su galería superior, y según la tradición, músicos tocarían instrumentos y recitarían versos.

Esta estancia suele denominarse también Sala de las Camas por los dos aposentos elevados que la flanquean. Es un lugar muy iluminado y aireado y la decoración es en gran parte original. Los techos y las yeserías han sido objeto de restauraciones, y las puertas al lado de las camas forman parte de la estructura original del baño.

El Frigidarium posee una pila de agua fría a la que da paso a la zona central del baño que está flanqueada por arquerías de triple arco de herradura apuntada. La decoración en la sala Frigidarium contiene azulejos que simulan el movimiento del agua y que forman parte de unos de los símbolos más representados del arte decorativo nazarí.

El Dapidarium es la sala más importante de los hammam de Comares. Bajo el suelo de la Sala de Vapor estaba situado el hipocausto que era el sistema que se encargaba de hacer circular el aire caliente por las diferentes salas.

La solería de la Sala de Vapor es de mármol y por debajo de ella discurren conductos que mantenían el calor. Los usuarios de estos baños debían de llevar calzado grueso para no quemarse los pies. También en los muros existían canalizaciones hechas de barro que conducía el aire caliente procedente del vapor de la caldera

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Sala de las Calderas

En esta sala se iba quemando la leña para caldear las respectivas salas adyacentes y se accedía por una puerta trasera de servicio. Como hemos visto antes, todo el vapor que se generaba en esta estancia era trasladado a las Salas templada y caliente por diferentes conductos que discurrían por las paredes y el suelo.

Las cúpulas de los Baños de Comares

Toda la zona de vapor de los baños está cubierta por unas bóvedas que están horadadas por los denominados tragaluces que tienen formas lobulares y estrelladas. Estos se abrían y cerraban para regular la temperatura y el ambiente interior.

Se sabe que originariamente los tragaluces estarían cubiertos por cristales de colores que no estaban herméticamente cerrados para dejar salir el vapor del interior y dejar paso al aire fresco que renovase el ambiente de las diferentes salas.

Algunas curiosidades sobre los Baños Reales de Comares

La razón por la cual se han conservado muy pocos hammam se debe a que los cristianos, tras la conquista de Granada, los prohibieron por cédula real. Sin embargo, los Baños de Comares han llegado hasta nuestros días gracias a que fueron habilitados como baño personal del emperador Carlos V, cuando visitó Granada en su luna de miel.
En el mundo musulmán los baños eran lugares indispensables en los palacios de los sultanes. La higiene del cuerpo era un elemento que sobrepasaba la costumbre para convertirse en un principio de carácter sociorreligioso. Los baños, junto a la mezquita, eran edificios que no faltaban en ninguna ciudad musulmana.
Numerosos artistas quedaron cautivados por la belleza que presentan estos baños, desde el humanista Jerónimo Münzer pasando por los pintores vanguardistas como Henri Matisse. Por este motivo, los Baños de Comares han sido plasmados en algunas obras artísticas como las planchas de Alexandre Laborde (1812) o el plano que levantó James Cavanah Murphy (1813) en el que se aprecian todos los detalles del circuito de canalizaciones y de la caldera del baño.